Septiembre en Chile, es un mes que sin duda es significativo para nuestro país. Un mes que sigue doliendo por lo que implica, por que se eliminaron derechos, porque se postergaron proyectos y porque la normalidad a la que tanto prometieron a la población, nunca llegó.
Sin duda, la historia tiene su historia y en eso las mujeres, aunque se nos invisibilice, hemos tenido un rol fundamental.
Para hacer memoria, es necesario rescatar lo positivo y resignificar lo negativo y, de esta forma, lograr que el viciado “para que nunca más” sea realmente un nunca más.
En este sentido, es importante recordar nuestros derechos ganados. Como el derecho y democratización de la píldora anticonceptiva en los consultorios, entrega que se materializó a contar del año 1965 en el gobierno de Eduardo Frei Montalva. También es un hito para la dignidad de la mujer, la píldora del día después, discusión que comenzó en 2000 para recién ser promulgada en 2010, pudiendo contar con esta en consultorios y farmacias en febrero de 2013.
También es importante destacar que las mujeres conseguimos el aborto hasta ahora en 3 causales, Ley que se promulgó el 14 de septiembre de 2017.
Pero, como decíamos la historia también tiene un gran lado B y no podemos pasar por alto en este mes de memorias feministas, las atrocidades que se cometieron en dictadura y también en democracia, como la eliminación del aborto en todas sus formas, dejando a miles de mujeres sin la opción de interrumpir un embarazo no deseado, siendo invisibilizadas y muchas veces criminalizadas. También la violencia política sexual de la que fueron víctimas cientos de mujeres, vulnerando sus derechos humanos y sus derechos sexuales y reproductivos.
Hoy buscamos relevar la lucha que dieron muchas mujeres siendo la voz de las que no tienen cara ni voz. Las que fallecieron en abortos clandestinos, las que fueron criminalizadas por abortar. Somos Gabriela Blas, Lorenza Cayuhan, somos las perseguidas por defender los derechos, como Macarena Valdés y tantas otras que por el solo hecho de ser mujer, ya no están con nosotras.
Este 25 de octubre, tenemos la gran oportunidad de- con un lápiz – cambiar la historia, de volver a poner sobre la mesa lo necesario que es discutir, reflexionar y darles una perspectiva de género a nuestros derechos sexuales y reproductivos en la nueva carta magna que las personas que vivimos en este territorio construiremos.
En el mes de memorias feministas, es imprescindible mirar hacía atrás y reflexionar en qué estamos, cuánto hemos avanzado y cuál es el camino que queremos trazar en materia de derechos sexuales y reproductivos y por qué no, en derechos humanos.
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